Justo cuando las payasadas habituales de políticos, policías y narcotraficantes no acaban por agobiarnos la poca madre que todavía tenemos, vienen algunos mc’s a enriquecer nuestra vasta cultura de violencia, protagonismos, dimes y diretes dignos de este nuestro México Profundo.

El Hey yo fest! programado para el pasado 25 de junio donde se presentarían la mayoría de los mc’s del D.F. y algunos invitados especiales, fue cancelado sin argumento aparente por parte de las autoridades de la delegación A. Obregón. El proyecto Hey yo fest! se redujo a pleito lastimero y baladí. ¿No deberían ser los artistas la catarsis social y cultural, el método por el que pretendemos proyectar otras posibilidades y rumbos para la condición humana? Todo mundo grita a los 4 vientos amar al hip hop y representar ¿pero cuantos estan dispuestos a invertir tiempo y dinero? Ahora, se preguntan: si debido a esa cancelación y «censura al hip hop» el delegado de A. Obregón habría sido mejor que no gobernaran. Reprocharle a un político, es como reprocharle a un narcotraficante su actuar, es ocioso y peregrino. Vaya, la sola descripción de esos eventos es inherente a su naturaleza.

Idealmente queremos pensar que nuestros líderes son mejores que nosotros. Pero si son nuestros líderes, lo más seguro es que sean como nosotros.

Y el debate debería estar muy lejos de la cancelación de un evento o del alcoholismo de nuestro presidente. Finalmente son comentarios que centran el debate en minucias y nos ocultan los verdaderos problemas del país.

De repente en Twitter, en Facebook, en la conversación casual, el de aquí y el de allá se sienten con el derecho a opinar ¿y saben qué? Nadie tiene porque disculparse ante ustedes. Finalmente la política no sustenta el desarrollo del hip hop en nustro país y a ustedes no los veo ganando grammys, con un puesto de representación popular o dirigiendo empresas.

La falta de compromiso de un político (cosa que no es rara en este país), ha llevado a la comunidad hip hop en México a la descalificación de bajo nivel, van construyendo una bruma que nos impide evaluar objetivamente el actuar de nuestras autoridades pero también el nuestro. No eres mejor porque le dices «corruptos» al delegado y subordinados que te prometieron un espacio para el hip hop (cuando en pricipio acudiste a ellos) o llamarle «borracho» al presidente de tu país y culpas los muertos de la guerra contra el narcotráfico, únicamente a sus decisiones y su actuar, con el argumento simplista de «pues es un borracho». Tú consumiste droga, tú compraste piratería, tú diste una mordida: tú eres responsable y tu presidente y/o delegado es como tú.

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